Asimetría (Aladino)


¿Qué es eso sino un niño? Desequilibrando, botella en mano, la perfecta simetría de una foto que no lo incluye porque lo aplasta con la sombra cruel de un container que se destapa como una fosa abierta en mitad de una calle desolada. Los policías no cuentan. Un niño. Uno cualquiera entre todos aquellos (incluido este) ante quienes las palabritas fallan en sus tentativas nominalizadoras. Un niño, con una tapita destapando la estructura a la que no pertenece sino por la tentación de un nombre. "Aunque saglan salga a hacer mandados", los policías jamás aprenden a contar. Por eso son y serán siempre policías. 
Un niño caído del cielo en una colchoneta percudida por el impacto de su sueño más reciente. Soñó que era Aladino y un océano de candiles de fuego lo cegaba, sonó que viajaba entre nubes de mazapán pintada con paisajes de todos los países del mundo. He visto salir de su jaula de aceite a un genio detestable y ridículo, envuelto en un traje azul, pretendiendo engañarlo. Justo a él, justo a ese niño. 
Justo un niño hay en la foto, esperando saber cómo se termina esa "Sed de cambio" que, como un buitre, desde el cartel asaltó la calle con promesas que embisten destruyéndolo todo a su paso.

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