Película de amores suaves (WIP)



A quien se abre paso a punta de navaja en el crepúsculo, con el torso semi-pelado, sembrando aullidos por la Ciudad de Cali, Andrés Caicedo saluda, ve morir y despide con la confusión de alguien que no consigue llorar ante un hermano que se ha muerto. “hermanos lobos, (en esa época lo que se usaba era el hermano lobo, después quedó en hermanolo y después en hermano, y ahora todo el mundo dice es mano).” 


La narración reelabora el sentido de la primera cita con el lob. Caicedo había experimentado con la posibilidad de reescritura que ofrece la literatura para la infancia, donde cada una de sus historias tanto como cada uno de los misterios del bosque parecen confeccionados a imagen y semejanza de cada uno de los niños que escuchan leyendo la historia. Únicos y repetibles, de cada cuento se conservan otras tantas posibles versiones, así como se encontró una copia en papel carbónico de cada carta de esa constelación amistosa que parece haber sido el Cine Club de Cali.

No hay comentarios: