"El deporte y los hombres"

Por intentar seguir el ritmo de entrenamiento de un equipo de competencia, perdí el cuarenta por ciento de mi capacidad auditiva. Otitis mal curadas y tardes buceando monedas junto a las rejillas de la parte honda de la pileta me dejaron una marcada desconfianza hacia los deportes de alto rendimiento. 
De todos modos, en julio preví la llegada de la llama olímpica y, saltando de techo en techo, logré conectar el viejo tendido de internet que baja hasta la ventana del living con la caja de distribución de cable del edificio.
Ahora, mientras juega o compite o hace su performance tal o cual atleta, yo me preocupo por avanzar en la tradución de "Le sport et les hommes".

"¿Qué necesidad tienen esos hombres de atacarse? ¿Por qué los hombres son afectados por este espectáculo? ¿Por qué se comprometen de cuero entero? ¿Por qué ese combate inútil? ¿Qué cosa es el deporte?"


"Y en el gran corredor de autos, ¿qué va a encontrar? Al vencedor de un enemigo tanto más sutil: el Tiempo."


"Como en  las viejas imágenes de guerra, cada quien ofrece de beber al combatiente que avanza... Incluso si los corredores no tienen permitido beber vino, es imperioso que el vino esté presente en el Tour, poque el Tour, es toda Francia ."