"Y que siga la melodía" (LAS)


Celos, alcohol, brujos y tarot: la vida sin paz de Susana Freydoz

 

Pero así como él tenía el mandato de ser gobernador, ella tenía el de ser primera dama, por eso había hecho uso de su buen gusto para decorar la residencia de Viedma. Y es ahí donde las dos fuerzas –el poder y la infidelidad– chocaron. Una alta fuente de la investigación dice que la noche del homicidio, en el teléfono de Soria había otro mensaje. “Ya nos fuimos para Viedma. Espero que cumplas con lo que dijiste y hables con tu mujer”. El razonamiento de Susana –dicen los que creen que sí tuvo intención de matarlo– fue éste: ok, yo me quedo en Roca. Pero vos también.

 

 

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