Y en el primer pelotón de falsificadores, el
emprendedor Francisco de Narváez. Quizás Faggionato Márquez lo persigue
injustamente, pero De Narváez financió la campaña política de Juan Carlos Romero,
gobernador de Salta, cuya familia estuvo y está en la mira de la DEA.
En su nota Precursores, el periodista Santiago
O’Donnell escribió la semana pasada en Página 12: “Poco antes de matarse,
Yabrán transfirió sus empresas a un fondo inversor con sede en las Islas Caimán
llamado Grupo Exxel, encabezado por el ex Juncadella Juan Navarro.
Después llegó el capo del Cartel del Golfo mexicano, Amado Carrillo Fuentes, para hacer inversiones de la mano de Aldo Ducler, financista de la frustrada campaña presidencial de Palito Ortega. Después el senado estadounidense acusó de lavador al banquero Raúl Moneta.
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