Antenoche el paraguas quedó vacío. y fue que nos cansamos de esperar el 106. "y bueno, dale.. así no nos morimos de frío". Seguía en el pasillo escurriéndose y esta mañana mientras lo plegaba pensé en la cara de nylon mojado del taxista: fumando para que el humo lo contornease y dandole vueltas al volante en mil esquinas hasta que en el asiento de atrás nuestras voces le dieran sentido a su desintegración sonámbula.
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