Dicen que el papel es un invento de los chinos...
Los rayos luminosos parecen rebotar en la superfiucie del papel occidental, mientras que la del hosho o del papel de China, similar a la aterciopelada superficie de la primera nieve, los absorbe blandamente.
... se pliegan y arrugan sin ruido.



Ustedes, lectores, ¿no han experimentado nunca, al entrar en alguna de esas salas, la impresión de que la claridad que flota, difusa, por la estancia no es una claridad cualquira sino que posee una cualidad rara, una densidad particular? ¿Nunca han experimentado esas especie de aprehensión que se siente ante la eternidad, como si al permanecer en ese espacio perdieras la noción del tiempo, como si los años pasaran sin darte cuenta, hasta el punto de creer que cuando salgas te habrás convertido de repente en un viejo canoso?

No hay comentarios: