Con ánimos de saber hasta dónde serán capaces de contener su morbo, los amigos exigen la publicación de algunas cartas junto a "sus" poemas y las frases dedicándo regalos olvidados. No sé, no me parece. Iremos viendo...
En todo caso, para iniciar (o detener) lo innevitable, comentarios serán siempre esperados.
Porque esta vez, su nombre (el de ella que ya está allá, no otro) debería ser revelado. Inadvertidamente, la secuencia inicial corre y no habrá lugar neutral.
"Con seguridad no se disculparán los ejercicios confesionales en los que perderemos los próximos días. Juegos sólo necesarios para sentir (así lo espero) la liviandad acuosa de ciertos pesares. No lamentos, como quien recobra un llanto jamás anunciado. Apenas el recuerdo de amistades que nunca pudiesen haber existido y por eso, promueven desengaños mayores. Acaso habrían florecido sin el duelo dulce del flotante encierro entre las sombras .."
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