Lo que explica Lost, ya se sabe, y nos previene del infortunio de comprender la serie sin eximirnos empero de seguirla con devoción, es un capítulo de Lewis Carroll, ese desafortunado fotógrafo aficionado a los trucos de cartas y los acertijos matemáticos.
Mientras refresco mi memoria esperando que regrese BONES, y reviso El Eternauta porque soy FAN "alegre" de la directora de La Ciénaga, me tomo un poco de tiempo (muy obvio, verdad?, pues no me importa) para ver Donnie Darko.
Los conejos salvajes, no las liebres a las que son tan afectos los estancieros sino los legítimos predadores de pájaritos que infectan nuestros sueños con exclusas, relojes de ojal y sombreros, esos son los únicos que "importan".
Sólo resta esperar (lo que ya es sufrir demasiado) y aprenderse de memoria el prólogo y portal de ingreso al estreno que más hemos aguardado.
Mientras refresco mi memoria esperando que regrese BONES, y reviso El Eternauta porque soy FAN "alegre" de la directora de La Ciénaga, me tomo un poco de tiempo (muy obvio, verdad?, pues no me importa) para ver Donnie Darko.
Los conejos salvajes, no las liebres a las que son tan afectos los estancieros sino los legítimos predadores de pájaritos que infectan nuestros sueños con exclusas, relojes de ojal y sombreros, esos son los únicos que "importan".
Sólo resta esperar (lo que ya es sufrir demasiado) y aprenderse de memoria el prólogo y portal de ingreso al estreno que más hemos aguardado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario