El ñoño y las madrigueras


Todos los ñoños del mundo odiamos a los que se quedan en el medio, tarados que revisan el celular parados en mitad de la vereda, viejas de esas que aprovechan a mudarse cada vez que toman un colectivo y como nunca vieron programas de humor insisten en no correr sus falurdos para atrás y quedarse en el fondo, casi agarradas de la bragueta del chofer tambaléandose con dos mochilas y tres bolsas de "nilön" que además suenan como el celofán y a los diez segundos ya enloquecen a cualquiera.
Después están las balurdas que salen con el cochecito los fines de semana a pasear sus engendros justamente por las zonas más concurridas de la ciudad, casi como disfrutando secretamente la exhibición de esos ... (después de todo, son niños)
... tan hechos para el descarte que las otras madres cuando las ven cerca de sus hijos les tiran los ladrillos que apuntalan los areneros y quizás por esa razón, nunca pensaron en dejarse de molestar y cambiar las vidrieras y corredores céntricos por los caniles que el gobierno llama plazas.

A pedal son los boludos que piden permiso en el subte, ¿qué me pedís permiso salamín, no vez que voy escuchando música y leyendo el diario que ya no es oficialista? Pasá, ahorrate los codazos y listo. Salamín! En la gente que pide permiso en el subte hay un no sé que parecido a la pose del patovica, ese gordito pincheta que mira como diciendo "aquí estoy yo."
Ni hablar de los que sonríen con el perro contra la pared y la correa sobre el cordón de la vereda. Ya tuve dos denuncias por patear esos pistoncitos de sexo (vaaaaamos, no hay nada más horrible que un coso todo peludo, que enseguida se agita, saca la lengua y babea, que empuja, empuja y empuja como tonto, como si no entendiera). Yo siempre creí y estoy convencido que la gente que pasea perros (no los paseadores sino sus dueños) en realidad busca pareja. Lo malo es que el último incidente no terminó en denuncia pero debí darme vacunas contra la rabia.
Los ñoños odiamos los peajes y la gente que se detiene en los pasillos son un puta barrera.

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