OFICINA

I. Carta

Queridos amigos


Desde el Área de Letras de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Córdoba hemos estado trabajando mucho para presentarles

Un portal dedicado a la literatura de Córdoba

Se llama Oficina de letras http://oficinadeletras.com.ar/

Desde aquí lanzamos la XXVI Edición del Premio Tejeda 2010 on line a partir de ahora
Están todos invitados a comunicar sus actividades y propuestas desde el sitio ya que esta es una iniciativa pensada para la promoción y difusión de la actividad literaria de Córdoba en un contexto amplio y de cooperación.

Es un espacio de servicio para la difusión de las actividades o propuestas que generen interés a nivel local y nacional

Va esta modalidad aún en fase Beta (como dicen los especialistas) para que la conozcan y nos ayuden a fortalecerla.

Toda la info a partir de ahora pueden enviarla a ofdeletras@gmail.com

Esperamos contar con tu participación y próxima visita.

un cordial saludo

II. Naipes
 
Alcohol

Tal vez el hombre busque olvidarse en el alcohol, pero el alcohol no trae el olvido que se esperaba. En el alcohol el hombre encuentra lo inolvidable del olvido, encuentra el olvido como memoria. El alcohólico no sólo se olvida sino que está en el olvido. De allí que el olvido lo recuerde y él sólo se acuerde por olvido. Es lo que el tango llama estar de olvido. Quien está de olvido está tras la niebla del alcohol. Esa niebla es la que vela los ojos del alcohólico, la que da a su mirada su superficial enigma. Del alcohólico se dice: “Los enigmas del vino le acarician los ojos”. El enigma está en ese brillo velado, esa clara veladura que la caricia del alcohol pone en la mirada. El alcohólico mira desde atrás de ese velo, pero tras no quiere decir más allá. En vano buscará el observador perderse, olvidarse, emborracharse en esos ojos. No encontrará en ellos ninguna lejanía, ninguna promesa, ningún porvenir; se verá devuelto a un presente tanto más duro cuanto que no ofrece salidas. El alcohólico no mira desde más allá, mira desde el otro lado del alcohol, desde la inmediatez inaccesible del olvido: desde el pasado.

El país del alcohol es el pasado. En este sentido se ha dicho que el alcohólico vive en dos tiempos simultáneos, que su ‘tiempo’ es el ‘pretérito imperfecto’. ‘He sido’, dice el alcohólico. El momento presente es tan sólo el vacío del ‘hay’, mientras que todo el ser ha pasado, está por entero en el pasado. No es el pasado el que fue (por eso el presente no puede ‘volver’ al pasado): el pasado es; es el presente el que ha sido, se ha convertido en el cansado que es de lo único que es: el que es del pasado. Es ahí donde el alcohol encuentra al tango


“El tango”. Del libro Cinco retratos, de Sergio Cueto, Primer premio Tejeda 2009. Ensayo: Literatura y subjetividad. Jurados: Silvio Mattoni, Alberto Giordano y Diego Tatián.
 
III Destilación: l'eau de vie