De la misma forma que los memes, erróneamente percibidos como medios de nuestra comunicación son los que llevan en realidad la voz cantante, así también las fuerzas productivas son las que efectivamente imponen su juego.
Esta inversión, insoportable para nuestro narcisismo viene a confirmarnos que los ñoños podrían no ser otra cosa que el medio sólo aparentemente solapado para el desarrollo de las fuerzas productivas. Bill Gates/Steve Jobs, quien, antes que un nombre, lleva soldado un meme a su apellido y da el key gen que vuelve extremadamente difícil dudar de que un ñoño salido del Pais de los Niños Perdidos no sea sino un trabajador.
Aburrido del Cosplay que a los ñoños todavía divierte, este finde tendré el privilegio de lanzarme al Steampunk.
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