Mi hermana es bellísma y muy culta asique hace años que, durante nuestras conversaciones, me limito a oírla haciendo notas mentales de sus enseñanzas. "Pertenece" al tipo de personas (para mí, inclasificables) que, mientras ejercen el trabajo al que las condujo el deseo de llevar a buen término dos carreras universitarias, se hacen un hueco para detenerse a pensar qué quiero hacer (yo jamás podría...).
Acto seguido, decidió consagrarse, sin distinción entre la pasión artesanal con la que elabora sus teorías y la reconcentración que el trabajo manual requiere, a la joyería
piezas de encaje
Es una película muy linda, me dijo esta tarde, esquivando a los conchetos que salian a nuestro encuentro. Un segundo antes, habiamos tenido para nosotros solos una sala oscura desierta. No podíamos estar más felices, eso decía el sol repicando en los bordes tímidos de nuestros dientes barridos con castaña y chocolates, hasta que, como era de prever, una concheta con su perro en mitad de la vereda nos agrió la sonrisa en una mueca rancia. Yo ya la había vista pero ella insistió tanto que accedí a volver a verla (¡ay, la indexicalidad y la reflexividad verbal!). Lo único que espero es que no haya, borrachos e idiotas hay de sobra, dijo mirando a una rubia que de tan linda no alcanzó a enteder nada, que no haya gente que se confunda y enfile para el lado del funcionalismo.
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