La palidez de los taxidermistas

Esperaba encontrar, pero me aburrí un poquito antes de tiempo, dónde empieza el procedimiento de mostrar el decorado aplanándolo hasta quitarle profundidad. Wes Anderson tiene algo del mundito en formol que los ñoños amamos. La presentación del barco de Cousteau (heroe ñoño si los hay), el final del tren con Murray finalmente a bordo, ese mundo en dos planos que nos asoma al film como si abrieramos el marco de un libro.

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