Es asqueroso ir a la facultad de tres a cinco de la tarde, me pierdo los mejores programas de radio, la siesta en la hamaca, y llego agitado regurgitando los fideos que se terminan de cocinar recién cuando llegan al estómago. Pero lo más repugnante son las dos horas de desidia y corrupción de los docentes cuando no prepararon la clase y dicen (porque el alumno debe participar): qué les parecíó la novela, ¿la leyeron?.
(No me cusquee todo el fin de semana, infeliz recién iluminado. Pero obvio que leí, subrayé, investigué, me emocioné y hasta lloré- yo, que jamás nunca jamás lo hago).
"A mi me parece que Werther es raro, tiene problemas con el mundo y su relación con la naturaleza qué quiere decir."
Yo que fui un niño reprimido, agradezco el frío. Sólo el invierno evita que desate mi faceta psicokiller.
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