Tics nerviosos

Fruto de una paciente "destilación", disponiendo los capítulos como si fuesen cartas sobre el piso de mi habitación, la estructura elicoidal de El Principito "me fue revelada." Se trata de un ciclo calendárico lunar que queda abierto para perpetrar el encantamiento de los niños (miles, millones de ñoños que año a año...) van quedando atrapados en la lectura. Veintisiente capítulos y una tapa (27+1=28, la Luna).

El niño nació en un asteroide y las estrellas están asociadas en la historia con las cuentas, las sumas y las restas. "Yo soy el dueño de las estrellas" ("Alors elles sont à moi, car j'y ai pensé le premier" oración encantadora de un ñoño echado a perder). Buceando en las traducciones, tropiezo con un error de cálculo.

El error aritmético:

"En la famosísima obra de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) El Principito aparece un diálogo entre un hombre de negocios (el cuarto planeta) y el principito que contiene una errata aritmética. Las sumas que hace el hombre de negocios en el original en francés son: 3+2 = 5, 5+7 = 12, 12+3 = 15, 15+7 = 22, 22+6 = 28, 26+5 = 31. En la traducción en español, el traductor escribió la última suma como 28+3 = 31. Quizás, porque se observa que el primer término de cada igualdad es la suma encontrada en la suma anterior. El traductor interpretó que el hombre de negocios cometió un error aritmético y lo corrigió. ¿Cometió el error el propio Saint-Exupéry a propósito? Visto en Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea), “Las matemáticas de la literatura,” Un Paseo por la Geometría, DivulgaMAT, 2006/2007. Recomiendo este artículo a los interesados en este tipo de curiosidades.

El cuarto capítulo es, justamente, el capítulo mágico, que se desliza en el libro como un comodín. Todo lo que allí sucede: se dibuja un ciclo solar completo, donde la edad del autor coincide con los cuarenta y tres atardeceres que el niño vio antes de iniciar su viaje (¡43 atardeceres! se alarma el aviador), todo se explica de un modo encantador acá: geografíasdelcaracol.blogspot.com 

Los ñoños tienen tics y eso ya lo sabíamos. En la bibliografía que a mí me place consultar, el vínculo entre los tics (la repetición mimética) y los números se denomina aritmomanía, como la niña encantadora que se llama Alicia (y que es un sol: Phoebe in Wonderland) y camina, como yo cuando era chico, pisando una baldosa sí y una no, una sí y la otra no, blanco, negro, pan, queso.

Como siempre, todo estuvo allí desde el comienzo, desde siempre, sólo hacía falta sacarle punta al lápiz, tirarse en el pasto a dibujar y revisar las cuentas (hacer los deberes, como los ñoños).

(Post) Condición de posibilidad de la existencia de un ñoño: las opciones, la posibilidad de elegir, las posibilidades (terrome_terrome). Para dibujar el caracol sobre las dunas habría dos (infinitas) opciones. Una consiste en ver cuáles son los capítulos sin ilustración e intentar explicar por qué, por ejemplo, la imagen del buveur aparece desplazada, se anticipa al encuentro del capítulo XII. En esa dirección, teniendo en cuenta los capítulos sin imagen (las lunas nuevas del libro: XII, XVI, XVIII, XXII, XXV) se podría trazar una función matemática.

(3+2 = 5, 5+7 = 12, 12+3 = 15, 15+7 = 22, 22+6 = 28, 26+5 = 31)

5----------12----------15----------22----------28----------31

(las lunas nuevas del libro: XII, XVI, XVIII, XXII, XXV)

-----------12-------------16-18----22-----25-------------------

Las coordenadas en las dunas, la ecuación polar, la salida en rosetón, la rosa; f esbozaría esa expansión, nacida sin lugar a dudas, de los diferenciales de velocidades de los viajes del aviador y del niño. Y eso sí que nunca jamás se me pudo ocurrir a mí, sino que lo tomé prestado del libro que si hoy sigue lloviendo voy a empezar a leer. Las imágenes a color o en blanco y negro nacen de la ñoñez de la época atrapada por los radares y los avances en el doppler (oye el arco suena, lágrimas). Porque si los ñoños sufrimos no es porque hoy no salga el sol (aunque eso arruine nuestras observaciones astronómicas) sino porque cuando nos regalan algo enseguida tendemos a desarmarlo. "Tanto que te gustaba... ¿Porqué?". Muy simple: nos encanta saber cómo funciona.
Voy a llamar a mi primo que es ingeniero y que está haciendo su tesis reparando un prototipo de cohete que estaba desmantelado en los sótanos de la UBA (desde allí hasta la estratósfera...). Con él construimos el theremin y planeamos filmar un documental llamado "Los sótanos de la UBA." Ahí se conectó al msn, le voy a decir para juntarnos hoy.