Es verano. "Desde hace algunos días y, aunque no lo sabe, intuye que pudo haber sido al recuperar la costumbre de mantener abiertas durante el día las ventanas de la habitación y del comedor, para que una ráfaga de luz y viento envuelva el ambiente en un clima que siga siendo invivible pero, en todo caso", un poco más soportable; o acaso la razón no fue esa y apenas sea una excusa lo que en verdad lo invita a sentarse en el filo del balcón, con los pies descalzos para no marcar la pared recién pintada, siempre a medio cebar el mate le sirve sobretodo como cenicero hasta que se acerca la hora de la merienda "y decide cambiar por un chopp de cerveza lleno hasta el tope de helado casero color amarillo, sabor vainilla explica el empaque, y entonces, es como en un abrazo que el calor se atenúa mientras la tarde, lo que de ella queda a esa altura, se pierde en una cadena de bostezos que, desde su perspectiva", forman una red de pequeños anzuelos flotantes tendida sobre la vereda aguardando paseantes desprevenidos que se enganchan y se sienten asaltados por un gesto idéntico de resignada desconfianza.
Porque, desde hace semanas, espera ver un choque de autos, ha elegido ya el árbol que protagonizará el incidente, !fantasea ver pequeñas vivoritas de humo gris escapando de la chapa ensortijada"
1 comentario:
yo un día (mejor dicho una noche) estaba sentada en una plaza con un amigo (hace muchisimos años pero la plaza aun sigue estando allí) y dije "cómo me gustaría ver un choque". No pasaron 20 minutos y el choque se produjo, y no se sintió muy agradable y por eso no lo volví a decir más. Pero bueno, uno siempre está esperando que se produzca algo, y con el aburrimiento a cuestas cualquier cosa que pase parece mejor
saludos!, nora
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