Fui a la Plaza. Fui prestando atención. Hace tiempo me comentaron que, por cuestiones de acústica, van a rediseñar la topografía del castillo de la bella durmiente, que en lugar de cuadrado o rectángular pasará a ser un triángulo. Hoy no había vallas y, hasta dónde pude comprobar, estaban exquisitas y bien crocantes las brochetes de cocodrilos del foso asadas.
Una mujer ausente a quien debemos creer_querer. Detrás de la sombra de Casa Rosada brilla una TV. El edificio parece de cartón, una maqueta. Una mascarada, detrás restalla la misma luz que te busca sentado en el sillón frente al plasma del living de tu casa. Recortada en cartón, la fachada de Casa de Gobierno parece una sombra negra que dan ganas -¿a quién?- de sacar del medio para ver mejor la pantalla. Acaso el rock nacional cantó las proclamas cuando ya no estaban quienes las habían cantado. Dicen que en algunos conjuros, el que regresa pide que le pongan música de sus años de juventud. Por qué convocar músicos. Por qué montar un recital. ¿Porque no? Con la transmición de recitales en vivo los multimedios "transfieren" en interés de unos pocos los saltos, los golpes, el desenfreno y la alegría (Derecho a bailar, recordó Gustavo Santaolalla) de miles de fans, un par de tarados que bien enfocados pueden parecer cientos de miles. Clarin te muestra miles saltando en River y vos pensás que esos miles saltan al ritmo del clarinete. ¿No lo pensás?
Lo ves. De toques de clarín están hechos los velorios, con el mismo material está armado TN y el cajón es uno sólo. El Gobierno mostró Casa Rosada como una carcasa vacía para que Ella pueda estar, ausente. El momento de detención del show era, igualmente, representación. Abrazos en nombre de Cooke; ella, Esther Goris, que supo ser como Evita. Quiere estar ausente para que la quieran como a Ella.
Clarin te muestra la muerte a diario. ¿El Grupo Clarín te cuenta la muerte de CFK, en la de miles de cabezas acribillados día a día. Clarín no le hace el juego al gobierno porque hacen parte de los mismos intereses. Ella y El Grupo Clarin tienen un acuerdo para polarizar la opinión pública y monopolizar la intención de voto? "Montonero Bertolt Brecht". Lecturas setentistas... Contra Clarin, el Gobierno crece, como el pulpo en llamas en el que se transforma la Casa Rosada cuando termina de cantar Vicentico, que escribe las canciones de amor más lindas del rock nacional y por eso, se le disculpa que atribuya los tiburones al bastardo de Macri cuando ya todos saben que el montanero aficionado a las armas y la caza es Duhaldito.
¡Qué parecida "la" País a "la" Michetti cuando, dando una lección de gestión de masas, invitaba a enviar un mail para recobrar objetos perdídos y aclaraba que, en todos los casos, la plata ya no estaba! ¡Cuántos ñiñas y niños extraviados, perdidos, alertados mientras quién sabe en las manos de qué engendro habían temido quedar olvidados! Nada de eso, podían ser rescatados por los padres y familiares que los recuperaban dirigiéndose a uno de los espacios próximos a Casa de Gobierno.
León Gieco me cae mal. Siempre me ha parecido un escuerzo que estira su lengua para tragarse los bichitos que se asoman al foso. Un sapo que se come las manifestaciones y reclamos con una guitarra que no sabe tocar y una voz afónica que ya no lo acompaña. Sobre la canción "Sólo le pido a Dios" y sobre su estreno en democracia, Daniel Melero ofreció un análisis brillante que no viene al caso citar. Gieco nunca explicó muy bien porque había que pedirle a Dios, y sólo un par de nociones espirituales, en lugar de exigir (ya no pedir) justicia y castigo, o trabajo o lo que sea que Gieco traga y retraduce en una ristra de muletillas cada vez que repite su canción. León Gieco me cae mal y si antes me parecía justo reirme de un viejo pero simpático imitador de Dylan, ahora, en cambio, creo que puedo captar la matriz algodonera que reza en su canción. Al menos, me decidí a tomar una cerveza mientras sonaba "Pensar en nada", la encontré sabrosa pero un tanto amarga. León Gieco me cae mal. Sólo que desde ahora las razones serán otras. Me irritaré cada vez que repita el hit que yo escucho como un cepo escondido en el medio del campo.
"Mañanas Campestres", Santaolalla gritó como quien busca hacernos reaccionar; lo que entonces decíamos era "Ma---ñanaasssss Cam-peestres". Una tarde de sueños cumplidos: "yo siempre tuve el sueño de tocar esta canción acá". "Mañanas Campestres", no soja, no bandidos provinciales, que un gorrión se escape de tu voz... La maqueta del Estado acunaba sobre el escenario las sombras de moldería de una jaula custodiada por tridentes de fuego. ¿Acaso no reclaman seguridad, no votan pensando en el estereo del auto? Bien, acá tienen, miren cómo el Estado se vuelve una prisión. Miren bien la pantallita pero mirenla bien, eh, porque ahora está partida, está de nuestro lado ahora y todo parece un esquema en dos dimensiones donde nadie queda realmente atrapado (de hecho, todo el show sugería que "el pueblo" bailaba dentro del edificio público, las luces iban y venían, no había adentro-afuera), Casa de Gobierno es un velo, un pañuelo negro. La convocatoria era en nombre de quienes no estaban. Con calle 13 expiamos el menemismo y lo abrazamos bajo la forma del latino que triunfa en Estados Unidos. Me doy cuenta que fui a un recital y bailé poco (bailar y cantar, siempre me darán escalofríos esas palabras).
En un momento, mientras caminaba, me encontré con una amiga. Me cuenta que está en la 27 de octubre. Estábamos entonces de espaldas al escenario porque una construcción blanca nos tapaba pero entre el calor de la gente que circulaba recuerdo que comentamos que se escuchaba muy bien y era "una pena" las veces que se cortaba la imagen o el hecho de que los recitadores se equivocasen ("in-in-versión"). Todos los poemas a cargo de actores y es curioso cómo todos los actores que estuvieron en el escenario no representaron de corrido y sin fallas sus textos como tampoco dejaron pasar la oportunidad para deslizar interrupciones, tropiezos y pequeñas fallas que los obligaban a perdir disculpas y releer retomando donde habían frenado. Si no se quiebra, al menos se corta un poco el efecto de atracción ante el despliegue voluminoso de sonido y pantallas. Curioso porque parecían trabajar de personas, de simples ciudadanos, ya que un actor está entrenado para hacerlo y sabe perfectamente cuáles son los efectos que involucra la repetición mecánica de un discurso. Representación aunque mal desempeño sobre el escenario. Leonardo Sbaraglia leyendo a Walsh como un robot, como un ñoño, como un androide que repite en clave una orden.
Estuvo también Nestor. También estuvo cantando Cerati. Estuvo todo muy bien planeado. Y la felicidad a los ñoños nos viene de saber que hasta el último detalle fue contemplado. No había mucha gente, y no hace falta... Sin embargo, no veía bien y tuve que empezar a circular para encontrar un mejor lugar. No lo conseguí y quedé dandos vueltas durante el tiempo que estuve en la plaza. Había entrado por el lado de la catedral un rato antes de que llegaran NTVG. Ví Bajofondo contra el lado izquierdo de las puertas de vayas y, cuando cerró calle 13, salí rápido en dirección a San Telmo para buscar la parada del 24. Fue entonces que me encontré con mi amiga: "Estoy muerta; es cierto que es apasionante. A veces resulta y puede parecer sacrificado, siento que ..."
Para mantener un poquito la audiencia, que seguirá perdiendo al rolete hasta tanto no muestre nalgas, TN se la pasa sirviéndo carne cruda recién fallecida. Como Crónica pero con una misión distinta porque quien la gente quiere que se muera es ELLA, a quien no tragaban entonces y muchos menos ahora. Incluso si se trata de una reencarnación defectuosa e impura. "Madre, mía, Madre, mía, Madre, mía, hemos soportado lo que ningún otro soportó nunca" (acto en River: madre mía EVITA). En el setenta, Spinetta cantaba "cruzandolatormenta" y el sistema de registros en circulación daba acceso al desplazamiento que, como un aguacero, aclaraba los sentidos. cruzandolatormenta_cruzandola atormenta_ cruzando la tormenta. Ahora en cambio, "hace falta" un esquema machacón: repetición.
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