El voto policial "es un tema"

Porque pensaba que podía llegar a ser la manera más rápida de sacarle el celular a una turista sueca -no dejo de fantasear con, no sé, mmm, una mina tipo Mimi Ardú, uuuh, un caaaño- me propuse y aceptaron mi aplicación para trabajar en el plantel de la guardia urbana. Enseguida me negué a recolectarle las coimetas al comisario influyente de la zona y mi jovial actitud de super hijitus me valió tardes de insolación, con minitas sí -y había cada una que te querés morir- pero destinado a los peores sitios del mundo. Fue en el barrio de la Boca, me acuerdo,  porque estábamos tomando birra con los chicos de la patrulla y me cansé hasta asustarme de escuchar: "¿Nosotros? Con Duhalde, papá",  el eructo que servía para articular la confesión se tapaba remachando con dos dedos rígidos las tiritas doradas del hombro que nunca me acuerdo como se llaman porque a nosotros de esas no nos daban. Sus hermanos les traian merca y paco envueltos en carcasas de stereos y a pesar de tanto clishé fue por ganarme esos estos amigos como logré que me terminaran echando del trabajo. Todo por un desorden organizativo: confundí lo que debía vender con lo que me daban para mi recreo personal y la rendición de cuentas no salió como se esperaba.  
Las veces que voy a ver alguna banda me encasqueto la gorra de policia inglés que me robé cuando fui a devolver el uniforme. Por si acaso me revisan, trabo el compartimento interno de la birola  con algún pin y antes de salir, hago mi voto secreto para que esa noche me traiga buena suerte.
Ahora que encontré algo mejor para ser correspondido por chicas extranjeras, siendo totalmente franco debo decir que no deja de ponerme feliz -feliz feliz feliz, como una lombriz- que el gobierno nacional use al administrador de la ciudad ("¿Mauricio, ya pasate a cobrar el alquiler de mis departamentos como te pedí, mirá que sino después no me vengas con que no tenés plata para salir, eh?) tratando de convencer a los cabezas. Ojalá sea posible, lo use hasta liquidarlo. Una cosa es que sean policias y otra cosa , parecida pero diferente distinta, es que con papá Duhalde, como implícitamente mis amigos creen porque ya de alguna manera les dijo y les prometió, todo podría llegar a ser como antes, con créditos fáciles y camionetas nuevas para comprarse la casa ¿y para qué quiere tantos autos blindados la policia, si la seguridad es un tema de prefectura?


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