Me hablaron maravillas de Michael Cera. No es otra cosa que un ñoño: me fascina -no soy yo, es el ñoño quien habla por mi boca- esa tendencia única a confundirse con las biografías ficticias que sólo las listas de canciones sostienen. El foxtrot me enloquece asique dejaré correr el gato por el teclado, voy a disputarle a las polillas mi gorra con orejeras y abrigo de oveja para ya no estar, noten que es como si Jason Schwartzman, es él quien habla por mi boca, mortalmente aburrido.
El mundo de los ñoños es tan quemacoco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario