No puedo
saberlo con exactitud, tan sólo dejo que hable mi cuerpo. En los manuales de
consulta que debí revisar durante una estadía estival de actualización
profesional en Gryffindor, una de
las dolencias clásicas que aquejan a las brujas se describe bajo el nombre de
“Tabes Dorsal”.
La cadencia poco pulida del poema, característica de todas las composiciones literarias de su autor, se ve compensada por los resultados de sus saberes cuando son puestos en práctica antes (una cancioncilla infantil está inspirada en el conjuro que permite quitar los mareos que sobrevienen tras el vuelo de reconocimiento del terreno en jugadores inexpertos y poco entrenados), durante (se dirían mágicos los quince versos de ritmo quebrado que explican cómo volver a su lugar las articulaciones de hombros y brazos causadas por el cobbing o el blurting) y después (la versión comercial del ungüento que recompone la capilaridad de los dedos índice y pulgar de los buscadores jamás alcanzará la rapidez de los resultados que seobtienen siguiendo paso a paso la receta original silbada por Godofredo en eltramo final de su poema).
En el
tratado Malleus Maleficarum, célebre
por las figuras descollantes que pueblan sus páginas, será el fabricante de
autómatas e improvisado pintor Pierre Godofredo Pejú del Valle de Grenoble quien atrape toda nuestra
atención. Su registro de las más de quinientas melodías entonadas por los ogros
de las montañas del sureste puede consultarse en línea.
Al tiempo
que discutió la confusión moderna que pone a hervir en el caldero de la sífilis
todos los registros de sus antiguas marcas corporales, Pierre Godofredo Pejú
del Valle de Grenoble será siempre recordado por haber cuestionado con incomparable
rigor y lucidez la supersticiosa asociación entre el malestar local y los (hoy
modernamente llamados) problemas de cervicales.
Sus consejos
son una guía de ejercicios kinéticos redactados en forma de poema pastoral que,
todavía en los años ochenta, contaba con varias reediciones ya que figuraba
entre los cinco libros de lectura obligatoria habilitantes para árbitros y
entrenadores en la Copa Mundial de Quidditch. La cadencia poco pulida del poema, característica de todas las composiciones literarias de su autor, se ve compensada por los resultados de sus saberes cuando son puestos en práctica antes (una cancioncilla infantil está inspirada en el conjuro que permite quitar los mareos que sobrevienen tras el vuelo de reconocimiento del terreno en jugadores inexpertos y poco entrenados), durante (se dirían mágicos los quince versos de ritmo quebrado que explican cómo volver a su lugar las articulaciones de hombros y brazos causadas por el cobbing o el blurting) y después (la versión comercial del ungüento que recompone la capilaridad de los dedos índice y pulgar de los buscadores jamás alcanzará la rapidez de los resultados que seobtienen siguiendo paso a paso la receta original silbada por Godofredo en eltramo final de su poema).
Ahora que
todo los que vemos y sentimos es claro, porque ya está amaneciendo, después de
una noche en la que no nos entregamos sino que decidimos de buena gana
consagrarnos al reggaeton (otra no nos quedaba: queríamos que hable tu cuerpo)
endulzados con la alegría de la tarea cumplida, mientras la música sigue
terminamos de secar con un toallón una melena que no quiere terminar de salir
de la pelopincho, nos vamos, ahora sí, tiritando, felices, a dormir.
1 comentario:
Me gustan las entradas que no se refieren a harry potter. Pero no se cómo guardar la página (llegue por una supercasualidad).
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