¿Volveríamos a ver Lost "desde el comienzo"? Probablemente, no. En principio, no estaríamos entendiendo que en la serie sólo se vuelve al futuro. Ahora que las madrugadas en las que solíamos devorar los episodios se parecen a una soleada calle desierta con un semáforo ante el que decidimos soltar la marcha atrás, cuando esa tracción se libere los spoilers serán un obstáculo salvable y el único mecanismo para conocer lo que vendrá será esforzarse por anticipar los señalamientos, entregarse a una práctica adivinatoria de las futuras citas a las referencias culturales que guiarán los episodios de la sexta temporada.
Volver a ver los coqueteos de Kate y Jack (de quien todavía deseamos
ver cumplido el plan original de los guinistas de borrarlo en el segundo episodio) sería un desafío a nuestra aptitud de buen "paciente". Los veríamos opacados por el cristal de la fuga en helicóptero cuando se complotan para abondanar al simpático Jin-Soo Kwon, inflándonos de ira con cada nota del leitmotive. En todo caso, puede ser una buena oportunidad para encariñarnos anticipadamente con Sawyer.
Lo dramático de Lost es que el futuro haya sido parte de lo que nos rodea, de lo que desde hace días está al acecho. Y mientras esperamos

1 comentario:

Juliana B. dijo...

Siii!!! Ya extraño ir a acosar al verdulero para que nos consiga papayas y mangos, y los dias enteros sin baño, y las noches en carpa con las que celebrabamos nuestras maratones...