¿Vas a venir?

Sólo quiero que, sea lo que sea que me traigas, no se lo termine quedando mi primo como pasa siempre. Es tan malcriado el mocoso y no le importa que su regalo sea más lindo o más caro. Un día, hasta inventó que las pinturitas eran tóxicas pero muy buenas para hacer dibujos y la abuela, que espera que uno de sus nietos sea un artista, le compra desde entonces millones de coloretes. No puede ni calcarse los dedos de la mano, el muy torpe.
Podrías dejarme el regalo en lo de mi mejor amiga, o esconderlo y darme sólo una nota que diga dónde está. Sería como jugar al tesoro escondido. Sería divertido. Pero ya no soy tan chiquita (todos dicen que cada día estoy más parecida a mi mamá), tus ayudantes les tenés que avisar porque en algunos lugares ya no cabo más como antes. A veces sueño que estoy tomando la merienda y crezco mucho mucho y despúes enseguida me soy tan chiquitita que ni mirar por la cerradura puedo.
No podés venir vos y retarlo a mi primo. Por una vez aunque sea. Y le decís que si me sigue molestando te lo vas a llevar en la bolsa que está toda llena de perros zarnosos. Seguro se lo cree y no me molesta más. Ahora anda diciendo queél sabe porque le dijeron no sé bien qué cosas sobre el arbolito. Para mí que es porque en la Navidad él para mí que no cree. Sólo le importan los regalos.