Lo que te espera

Ando más contento! Desde que me regalaron hace unos días el libro de Ludovica Squirru no hay quien venga a casa que enseguida nos sentamos, y cuándo naciste, acordate a qué hora y entonces vos sos chancho, no, no, mono.
Hace no mucho tiempo estaba "triste, triste, triste". Así decía una de "sus" cartas. Ella había terminado de leer Salón de Belleza y fue lo que me escribió. La confusión fue mía, quise que fuese la jornada de la mona y el paciente y equivoqué el regalo de navidad. Igual no estaba mal; si algún día termino por decidirme, quizás sepan lo que a cambio de esas y otras atenciones recibí para las fiestas. Verían cuán tierno soy sabiendo cuán malvada pudo ser. Pero en fin... Pensaba que los pajaritos no traerían buenos presagios para mí (como de hecho sucedió).
Había estado escurriendome con el libro del cementerio, que voy a comentar en breve. Ya les mostraré una imagen de mis próximos stencils. Los habíamos planeado, como quien sueña con globos de neón, para estampar y vender remeras juntos.

1 comentario:

Viviana dijo...

:) Me gustó.

Un saludo.