V

No sabés cuánto "lo que" te quiero, ni lo que me duele seguir escanciando la espera. Te regalé una cajita de música para que la escondas, y estando lejos, los dos estemos sintiendo parecido. Mañana será un día hábil y comercial. Estaremos desencajados como nunca en mucho tiempo. Será hermoso saber, ahora que me enseñaste la inclinación de los ñoños por las pastillas, que el sombrero seleccionador te dio la buena casa y que, mientras intento quedarme a una prudente distancia, te realizas como estudiante excelente. Las películas las vemos cualquier día de estos. Son tan simples los detalles que me atraen de vos... Así partido en pedacitos, sé que no los encontraré en otra parte. Encatadora ñoña alborotada.

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